Las leyendas de El Salvador
En El Salvador hay muchas leyendas. Algunas de las más conocidas son:
El Cadejo: El cadejo es representado por un perro de gran tamaño y de mirada penetrante del cual se aparecen dos especímenes, uno de ellos es blanco que simboliza el bien y otro negro que simboliza el mal. Se dice que El cadejo negro representa al espíritu del mal el cual se le aparece a las personas que deambulan en los pueblos en altas horas de la noche, persigue a sus víctimas durante un rato para asustarlos y luego los hipnotiza con sus enormes ojos color rojo, similar a carbones encendidos, cuando los atrapa les roba el alma dejándolos como tontos para el resto de su vidas, a esto se le denomina en El Salvador que una persona ha quedado jugada por un mal espíritu. El cadejo blanco representa a un espíritu de luz que protege a todos los fieles creyentes y no permite que el cadejo negro se robe el alma de los recién nacidos o de los niños pequeños principalmente los que viven alejados de los pueblos. Se dice que el cadejo negro es normalmente ahuyentando de las viviendas con el humo del incienso que en El Salvador se conoce como Sahumerio.
La Sihuanaba: Una leyenda salvadoreña que cuenta la aparición de una mujer con pelo largo y enredado que le cubre el rostro, de cuerpo delgado y uñas largas, con busto enorme que le cuelga hasta casi tocar el suelo, se aparece en los caminos, ríos y quebradas especialmente a hombres solteros y borrachos que se conducen a altas horas de la noche a pie o caballo.Originalmente llamada Sihuehuet (Mujer hermosa), tenía un romance con el hijo del dios Tlaloc, el dios Lucero de la Mañana; del cual resultó embarazada; traicionando así al dios sol. Sihuehuet fue una mala madre, dejaba solo a su hijo para satisfacer a su amante. Cuando Tlaloc descubrió lo que estaba ocurriendo, maldijo a Sihuehuet llamándola Sihuanaba (Mujer Horrible). En adelante, sería hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se le acercaran, ella se convertiría en una mujer horrenda.Dicen que la Sihuanaba es vista por la noche en los ríos de nuestro país, lavando ropa y siempre buscando a su hijo el Cipitío, al cual le fue concedida la juventud eterna por el dios Tlaloc como sufrimiento.
El Cipitío: Hijo de la Sihuanaba, "El Cipitío" es un personaje muy conocido en las leyendas salvadoreñas, se trata de un niño pequeño y barrigón que nunca creció. El Cipitío se alimenta de guineos y de la ceniza que queda en las cocinas de leña de las viviendas rurales, utiliza un sombrero muy grande que se mueve al compás de su caminar, se aparece por las noches como un espíritu burlón haciendo bromas, riendo y bailando alrededor de su victima. Se cuenta que el Cipitío arroja piedritas a las muchachas bonitas que van solas a lavar ropa en las pozas de los ríos.
Fuente: soysalvadoreno.com
El Cadejo: El cadejo es representado por un perro de gran tamaño y de mirada penetrante del cual se aparecen dos especímenes, uno de ellos es blanco que simboliza el bien y otro negro que simboliza el mal. Se dice que El cadejo negro representa al espíritu del mal el cual se le aparece a las personas que deambulan en los pueblos en altas horas de la noche, persigue a sus víctimas durante un rato para asustarlos y luego los hipnotiza con sus enormes ojos color rojo, similar a carbones encendidos, cuando los atrapa les roba el alma dejándolos como tontos para el resto de su vidas, a esto se le denomina en El Salvador que una persona ha quedado jugada por un mal espíritu. El cadejo blanco representa a un espíritu de luz que protege a todos los fieles creyentes y no permite que el cadejo negro se robe el alma de los recién nacidos o de los niños pequeños principalmente los que viven alejados de los pueblos. Se dice que el cadejo negro es normalmente ahuyentando de las viviendas con el humo del incienso que en El Salvador se conoce como Sahumerio.
La Sihuanaba: Una leyenda salvadoreña que cuenta la aparición de una mujer con pelo largo y enredado que le cubre el rostro, de cuerpo delgado y uñas largas, con busto enorme que le cuelga hasta casi tocar el suelo, se aparece en los caminos, ríos y quebradas especialmente a hombres solteros y borrachos que se conducen a altas horas de la noche a pie o caballo.Originalmente llamada Sihuehuet (Mujer hermosa), tenía un romance con el hijo del dios Tlaloc, el dios Lucero de la Mañana; del cual resultó embarazada; traicionando así al dios sol. Sihuehuet fue una mala madre, dejaba solo a su hijo para satisfacer a su amante. Cuando Tlaloc descubrió lo que estaba ocurriendo, maldijo a Sihuehuet llamándola Sihuanaba (Mujer Horrible). En adelante, sería hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se le acercaran, ella se convertiría en una mujer horrenda.Dicen que la Sihuanaba es vista por la noche en los ríos de nuestro país, lavando ropa y siempre buscando a su hijo el Cipitío, al cual le fue concedida la juventud eterna por el dios Tlaloc como sufrimiento.
El Cipitío: Hijo de la Sihuanaba, "El Cipitío" es un personaje muy conocido en las leyendas salvadoreñas, se trata de un niño pequeño y barrigón que nunca creció. El Cipitío se alimenta de guineos y de la ceniza que queda en las cocinas de leña de las viviendas rurales, utiliza un sombrero muy grande que se mueve al compás de su caminar, se aparece por las noches como un espíritu burlón haciendo bromas, riendo y bailando alrededor de su victima. Se cuenta que el Cipitío arroja piedritas a las muchachas bonitas que van solas a lavar ropa en las pozas de los ríos.
Fuente: soysalvadoreno.com